En la recepción del Palacio Real con ocasión de la Fiesta Nacional, el presidente Zapatero propinó un sonoro abrazo al presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. El abrazo ha sido noticia después de que ZP arremetiera con dureza contra él en el último consejo de julio. Y después de que tanto Corbacho como Salgado arremetieran contra las indemnizaciones de los empleados de la CEOE y las posiciones inflexibles que parecen haber adoptado.
Pues bien, parece que los vientos han cambiado. Ya se habla de la posibilidad de firmar los convenios pendientes. Incluso se habla de recuperar el diálogo social. Incluso hay quien en el Gobierno plantea la posibilidad de retomar el diálogo social. Eso sí, De la Vega marca las líneas rojas: la reforma laboral se hará siempre de la mano de los sindicatos.
En todo caso, hay vientos de cambio. La razón estriba en la voluntad del Gobierno de llegar a la presidencia europea con una foto. Quizás de mínimos. Una reforma a lo Gatopardo: que todo cambie para que todo siga igual. No importa. Lo importante es que se pueda vender en Bruselas que Zapatero es el hombre que se ha reunido con Obama y que ha logrado la paz social.