Según la SGAE, el 95% de las tiendas de discos dicen que vendieron menos en 2003. La verdad es que con los precios de los CD no es de extrañar que los jóvenes, principales consumidores, se busquen la vida como puedan, sea en el Top Manta o descargándose canciones desde Internet. Pero es que, además, el propio denunciante, la SGAE, y el resto de intermediarios de derechos de autor, es parcialmente responsable del encarecimiento de los soportes musicales. Además, sus comisiones provocan que compositores y cantantes cobren menos derechos. Esos avariciosos comisionistas suelen vivir mucho mejor que los propios creadores.

Esto por no hablar de que la manera con la que SGAE y compañía sangran a los medios informativos (cobrando por facturación y no según los autores a los que presuntamente defienden) introduce una injusticia no menos grave que la piratería.

De cualquier forma, es lógico que a la SGAE le preocupe la caída en la venta de discos: sus ejecutivos cobrarán menos.  

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