Emocionado me quedé cuando vi a un  miembro del Comité de Empresa de los trabajadores de tierra de Iberia afirmar que los pobrecitos estaban haciendo jornadas laborales de 12 horas en el Aeropuerto del Prat para poder recobrar la normalidad, un rasgo que casi habla de heroicidad. Lástima que se le olvidara la advertencia de que el caos que se pretendía subsanar había sido provocado por esos mismos trabajadores, quienes el pasado viernes habían cortado las pistas del aeropuerto y paralizado toda actividad en un aeródromo de España en plena salida de vacaciones.

 

Huelga absolutamente ilegal, chulesca, realizada para fastidiar a miles de clientes que les pagan su sueldo. Sencillamente, Iberia ha perdido servicios en los concursos de Aena pero los trabajadores no quieren darse por enterados. Nada mejor que tomar como rehenes a miles de personas y mostrar el caos ante las cámaras de televisión. El chantaje consiste precisamente en eso, en decirles a los directivos: o cedéis o el caos continúa, corregido y aumentado.

 

Y el asunto funciona. La sociedad del chantaje es de lo más eficaz, tanto la pública Aena como la privada Iberia se sientan a negociar cualquier cosa con tal de volver a la normalidad, verdadero pecado y plagio de la sociedad actual: la normalidad. O mejor, la estabilidad, porque normalidad es lo que se atiene a la norma.  La sociedad del chantaje se basa precisamente en la violación permanente de las normas. Con tal de volver a esa normalidad, Iberia no hace lo que tenía que hacer: despedir a todos los trabajadores-chantajistas, a ser posible sin derecho a paro y sin indemnización. Por esa misma estabilidad, el Gobierno Zapatero no se atrevió a cumplir con su deber de detener a todos los chantajistas que invadieron las pistas y llevarles ante los tribunales por poner en peligro la seguridad aérea y por monumental estafa-chantaje a su compañía y a los usuarios de la misma.

 

La sociedad chantaje también se deja ver con el terrorismo etarra. ETA-Batasuna lo tiene muy claro para doblar el pulso a un presidente tan débil como Zapatero (débil con los fuertes y fuerte con los débiles) lo mejor es colocar bombas como la del pasado sábado que no provoquen víctimas mortales pero que dejen claro que pueden provocarlas. El chantaje es inequívoco y aquí recibe el nombre de proceso de paz: o me concedes el derecho a la autodeterminación, Navarra y los presos ó podemos ir a más. Es otra modalidad de la sociedad imperante: la sociedad del chantaje. En este caso, el rehén es el gobierno Español, y con él, todos los españoles y todos los vascos. Especialmente éstos, por el miedo que tienen a ETA que les hace transigentes e intransigentes con quienes se les oponen.

 

En el Líbano también se deja ver la sociedad del chantaje. Ya he dicho varias veces que Israel tiene razón pero se está equivocando. Tiene razón en cuento que es una democracia que utiliza su ejército, es decir, que da la cara, y en cuanto que no es la primera en atacar sino que responde a ataques. Se equivoca porque no se pueden matar moscas a cañonazos, porque no se puedo luchar contra el terrorismo con bombarderos aéreos, sino con información y servicios de inteligencia. Se equivoca tanto que con la matanza de Caná se ha colocado a toda la opinión pública mundial en contra. Ahora bien Israel no practica el chantaje, el fanatismo musulmán sí, constantemente. Israel dice que el refugio de Caná era utilizado por milicianos de Hezbolá, no se puede demostrar, pero seguro que es cierto. El Islam lleva utilizando a población civil sobre la que se parapeta, al igual que hace todo terrorista con sus propias mujeres e hijos. El orgullo con el que rodean a niños y a adolescentes con explosivos para que se suiciden y se lleven por delante a civiles enemigos revela el chantaje permanente al que los terroristas someten al conjunto de la sociedad.

 

Porque la diferencia entre un grupo terrorista y un ejército, no está en el número de sus efectivos. Es una vergüenza que el gobierno Libanés y el gobierno Sirio permita que en su país haya un grupo con representación política que domina el sur del estado y que ya ha lanzado más de trece mil misiles contra Israel, y se dice que posee quince mil. ¿Permitiría el gobierno español que el Partido Andalucista ejerciera el poder en Andalucía y poseyera quince mil misiles que lanzara continuamente contra Marruecos?

 

No, la diferencia entre guerra y terrorismo es que en la guerra los ejércitos no utilizan como escudo a mujeres y niños. El terrorismo es la muestra más dura de la sociedad del chantaje. Israel acaba de decretar un alto el fuego de 48 horas. Hezbolá, origen de la actual masacre, da la callada por respuesta, sus niños y los niños del vecino juegan el mismo papel que un cohete Kathiusa y son más efectivos en la guerra de la propaganda.

 

Eulogio López