Los populares lo consideran el arquetipo del buenismo del anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. La Sociedad Pública de Alquiler (SPA en naufragio) era un aval estatal para fomentar el alquiler, que ponía de acuerdo a arrendadores con arrendatarios.
Y ocurrió lo que tenía que ocurrir, que el arrendatario no pagaba y llegó un momento en que la sociedad pública no tenía dinero para responder ante el arrendador a quien, encima, no se permitía realquilarla a un inquilino cumplidor en los pagos. Total: un desastre y un cachondeo.
Ahora, la ministra de Fomento y Vivienda, Ana Pastor, ha cifrado en 5.000 euros lo que el Estado ha perdido por cada vivienda alquilada.
En la mañana del viernes, Pastor ratificaba que la Sociedad Pública de Alquiler está en proceso de liquidación.
Miriam Prat
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