La similitud es que en ambos casos es que el Gobierno argentino pretende colocar entre empresarios amigos -la llamada beautiful people de los Kirchner- empresa vendida a sociedades extranjeras... pagando las sociedades extranjeras. Pero la diferencia también es sustancial: YPF era una buena empresa vendida por el Gobierno de Carlos Menem a Repsol. Aerolíneas Argentinas (ARSA) no es una buena empresa y el Estado español -no niega que con malos gestores- ha puesto ya una cantidad próxima a los 3.000 millones de dólares para reflotarla.
Ahora bien, el mayor error de Gobierno español con ARSA lo cometió el Ejecutivo José María Aznar, al regalarle Aerolíneas Marsans (Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual) más de 758 millones de dólares para reflotarlas. De ese dinero, unos 300 millones eran para pagar deudas, y la jeu española Gemma Gallego alberga sospechas sobre que Díaz Ferrán, actual presidente de la CEOE, y Gonzalo Pascual, no la utilizaron para ello. Y a ello hay que unir los subsidios que el Gobierno argentino aporta a los señores de Marsans para que éstos mantengan el transporte aéreo, especialmente el cabotaje, donde gozan de un práctico monopolio.
Por tanto, en un caso paga Repsol, en la otra, pagamos todos los españoles y todos los argentinos a Ferrán y Pascual por un pésimo servicio. La prensa argentina está alineada con Marsans que es uno de los principales anunciantes en aquel país. La prensa española apoya a Marsans y por un principio nacionalista e incierto racismo existen en España frente a todos los argentinos. Pero conviene distinguir ambos casos y, sobre todo, conviene no ocultar que el presidente de la Patronal española tiene encima imputaciones por desvíos de fondos públicos, delito fiscal y estafa procesal. La Agencia Tributaria española ya ha certificado que, sólo en el pago de deudas -los primeros 300 millones regalados a Ferrán y Pascual- estafaron a Hacienda 100 millones de dólares... y ni un sólo diario español ha publicado el informe con la excepción de los confidenciales de Internet: ¡Que viva la prensa libre!
No me agradan las cesiones de Repsol ante el Gobierno Kirchner para que le dejen sobrevivir, en especial que sea la petrolera española la que financie la entrada del grupo Petersen en el accionariado de YPF, pero que se lo reclamen los accionistas de Repsol al presidente Antonio Brufau si así lo consideran pertinente. Pero lo de ARSA es una chapuza perpetrada con el dinero de los españoles y de los argentinos en beneficio de Los hombres G. Ese no es el dinero de los accionistas de Repsol: es mi dinero, nuestro dinero.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com