El primer canal televisivo 24 horas para bebés se llama Baby FirstTV y está dirigido a niños de entre seis meses y tres años.
La polémica no se hizo esperar y lo que para unos era un acierto para otros era un escándalo. Las asociaciones que luchan por proteger a los menores contra los contenidos televisivos y algunas asociaciones pediátricas, no han recibido bien este lanzamiento afirmado que los menores de tres años no deberían exponerse demasiado a la televisión.
Además de Estados Unidos, Italia tendrá también un canal televisivo que transmitirá las 24 horas del día, sin publicidad. Programación dirigida, en exclusiva, a los bebés de hasta 24 meses, según informa el diario La República.
El psiquiatra infantil Ernesto Caffo afirma que "en estos canales todo se produce sin una relación personal. Es en la mirada, en la sonrisa de los padres, al escuchar el tono de su voz, cuando se forma la mente del niño".
Por otra parte, las cadenas francesas de televisión no podrán difundir programas destinados "específicamente" a niños menores de tres años, en virtud de una decisión del Consejo Superior de Audiovisual. Esta institución ha determinado, también, que en estos programas y de forma legible, deberán incluir al inicio del programa: "Ver televisión puede frenar el desarrollo de los niños menores de tres años, aún cuando se trate de cadenas que se dirigen específicamente a ellos".
Los niños que visionan la televisión a esa edad les pueden acarrar trastornos en el desarrollo como pasividad, retraso en el habla, agitación, problemas de sueño y dependencia de la pequeña pantalla.
Así mismo, un trabajo realizado por la Universidad de Washington, ha dado un nuevo motivo para restringir el tiempo que los hijos deben pasar delante de la pantalla del televisor. Según este informe, "la televisión provoca dificultades para conciliar el sueño e irregularidades en sus patrones de descanso".
Por último, la Academia Americana de Pediatría aconseja que los menores de dos años no vean la televisión y los que sobrepasen esa edad no la visionen más de dos horas al día y que no la vean antes de acostarse.
Clemente Ferrer
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