Los servicios jurídicos de la Comisión Europea han estimado que la decisión del Ecofin del pasado mes de noviembre de congelar los procedimientos sancionadores establecidos en el Pacto de Estabilidad, a propuesta del eje franco-alemán, resulta ilegal. El asunto forma parte de la decisión del Comisario de Economía, el español Pedro Solbes, de reabrir la humillación de la apisonadora del eje, aperturándose a la posibilidad de acudir al Tribunal de Justicia de Luxemburgo para que clarifique -y, en su caso, impugne- el acuerdo del Ecofin. ¡Albricias y pan de Madagascar! Por una vez ha prevalecido el derecho sobre el poder. Eso sí, por presunta presión española sobre el 'eje' del verdadero gobierno de la Unión. 

Porque, en paralelo, el presidente de la Comisión, Romano Prodi, insiste en el riesgo de avanzar a dos velocidades. El italiano Prodi apuesta por el camino del consenso, pero recuerda que las reformas no pueden esperar más allá de 2004. Y por si no había quedado claro, los tres tenores Blair, Chirac y Schröder se reunirán antes de la cumbre que se celebrará el próximo mes de marzo. Son las dos velocidades 'fácticas'. 

Y mientras tanto, Francia cabalga cómodamente sobre un déficit galopante, agravado un 11% hasta los 65.060 millones de euros en los primeros once meses de 2003, un desfase 'previsto'. ¿Y de privatizaciones y/o liberalizaciones? Chirac no sabe y no contesta. EDF, Gaz de France y France Telecom constituyen un malísimo argumento para negar las ayudas propuestas por el Estado italiano para reflotar el 'Enron europeo': Parmalat.