La verdad es que lo de Embratel no marcha bien. El concurso para hacerse con esta compañía de telefonía fija a larga distancia está resultando muy difícil para Telefónica. Telmex (para ser exactos América Móvil, filial celular de Telmex) está dispuesto a todo con tal de hacerse un hueco en Brasil que complemente a su operador de telefonía móvil, el segundo del país, por detrás, precisamente, de Telefónica. Telmex es la compañía del mexicano Carlos Slim, al que algunos califican como el hombre más rico de toda Latinoamérica, otros como el más poderoso y unos terceros le adjudican ambas condiciones a un tiempo. Slim es, además, íntimo del ex presidente del Gobierno español, Felipe González, quien no duda en apostar por su amigo, en contra de Telefónica, ante los gobiernos hispanos (en algunos, por ejemplo el Gobierno de Buenos Aires, González es muy influyente). Quizás por ello, César Alierta está tentado a acudir a la venta de ATT Wireless. Lo que la mítica operadora americana ha puesto en el mercado es todo el negocio de telefonía móvil fuera de los Estados Unidos. ATT Wireless opera en Europa, Asia e Iberoamérica. E incluso resulta bastante complementaria con la red de telefonía celular de Telefónica, dado que ATT está presente en países como Colombia, Venezuela, República Dominicana o Costa Rica. En algunas otras zonas hispanas ambas compañías coinciden, por ejemplo, en Argentina, Chile y Perú.
Ademá, Telefónica analiza la posibilidad de acudir a la puja en unión de la gran operadora japonesa NTT DoCoMo, la primera del mundo. Ambos se repartirían el pastel según sus zonas de interés.
No sería la primera vez que Telefónica colabora con los japoneses. Recordemos que eligió la tecnología japonesa i-mode, para el desarrollo del llamado Internet móvil. Con gran disgusto del gran competidor en este área, Microsoft.