La presencia de Zapatero en la misa no ha estado prevista nun-ca, señala despacio De la Vega a Hispanidad. Así como para que lo entendamos: N-u-n-c-a. Vale, lo hemos entendido. Aunque la verdad, no terminamos de creérnoslo. Las informaciones que apuntan a que Zapatero se ha echado para atrás a última hora son muchas. Y es que hasta tenía reservado su lugar en la misma.
Por lo demás, De la Vega justifica el asunto afirmando que para tratarse de un viaje pastoral, el gobierno va a estar muy bien representado. Estará el ministro de Justicia encargado de las relaciones Iglesia-Estado, así como el ministro de exteriores, responsable de las relaciones entre España y la Santa Sede. Va que chuta.
No va a haber ningún cambio, insiste a Hispanidad la vice. Bueno, en realidad ha habido uno, pero ya se acordó hace un año. Según su versión, el Papa quería conocer a la persona encargada por el presidente del Gobierno para el diálogo con la iglesia. Quería verme y voy a ir a verle, señala De la Vega. Mucho.
Por lo demás, la vice insiste en que las relaciones entre España y la Santa Sede son ahora mismo, muy buenas, fluidas, leales, extraordinariamente positivas, cordiales y de mucho respeto. Eso sí, deja claro que existe la lealtad propia de dos estados soberanos. Una forma de advertir a la Iglesia que no se intrometa en los asuntos del Gobierno.