Sr. Director:

Trabajo en una farmacia. Diariamente atiendo a clientes que vienen a comprar anticonceptivos, anillos y test de embarazos. Por sus caras, me doy cuenta de la disposición que tienen con relación a la vida que pueden concebir o tener.

Si vienen tensas, con cara de agresividad, feas, imaginen ustedes: No quieren la nueva vida en potencial o de hecho.

Si vienen alegres, con cara de felicidad, sonrientes, es porque creen que esperan a un nuevo hijo en sus entrañas.

Hay otras que vienen con cara de complicidad por no decir otra cosa... ¡Miran de reojo al pedir! Algunas tienen doce o trece años; se ríen de mí, si les pido la receta del médico: ¿Esto es una farmacia?, preguntan.

Saquen ustedes mismos la conclusión. La vida es bella, pero no para quien quiere acabar con ella.

Mª Carmen Beriain

mcberiain@kzgunea.net