El paro registrado ha aumentado en octubre y por más que el Gobierno Rajoy insista en que es la mejor cifra de los últimos años lo cierto es que no sólo ha aumentado el paro sino que los contratos realizados son, en su inmensa mayoría, temporales.
¿Eso es malo Pues miren, yo creo que no. Lo mejor que podía haber hecho la reforma laboral era simplificar los contratos de trabajo. Una sola modalidad, ni temporal ni indefinida, con 20 días de indemnización por año trabajado y con despido libre.
La izquierda sigue poniendo su batería en blindar el empleo en lugar de en perseguir salarios dignos. Por ejemplo, la subida del ínfimo salario mínimo interprofesional (641 euros mensuales por una jornada laboral de 40 horas).
No se puede blindar un contrato porque los ingresos de la empresa pueden descender y el trabajo puede volverse inútil. Por la misma razón, hay que desjudicializar el despido, así como dedicar a los funcionarios de la conciliación, verdaderos burócratas que no defienden al trabajador sino su propio empleo inútil.
Para entendernos: no existe el salario fijo, y los pocos fijos que existen, los funcionarios, deberán pagar su seguridad con menor salario y más trabajo. No es lo que debe suceder, es lo que de hecho está sucediendo.
Aceptemos de una vez el despido libre y luchemos por el salario digno. La vida es riesgo y es justicia. El riesgo lo da el despido libre, que es lo lógico, la justicia, una digna retribución por el trabajo aportado. ¿Qué significa esto Pues que cada trabajador pueda alimentar a su familia con lo que obtiene por su esfuerzo laboral.
Y no me vengan con que es el mercado quien fija el salario. Eso es una injusticia de base, porque, a diferencia del capital o de los impuestos a la producción, el trabajo es un factor... humano, no equiparable, por tanto, a ningún otro.
Justo al revés de lo que propagan los sindicatos de clase.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com