Un informe del portal inmobiliario Idealista.com refleja una caída en el mercado de la vivienda usada del 1,1% en el mes de agosto, un 3,6% interanual. El dato apunta a un progresivo descreme en el precio de la vivienda a pesar del límite del 1 de enero para la desgravación por adquisición de vivienda habitual. Y es que el problema de España es de ajuste de activos. Un ajuste que no se termina de producir. De esta manera, oferta y demanda no terminan de casarse y eso impide la purga del stock y la recuperación de la actividad.
Tanto las inmobiliarias como los bancos -enladrillados hasta las orejas- se oponen a rebajar los precios. Prefieren más bien sentarse y esperar. La misma estrategia que en la anterior crisis de los 90. La diferencia es que esta crisis es mucho más seria, profunda y extensa que aquella. Y hasta que no acepten con humildad sus errores, no terminaremos de despegar.
Mariano Tomás
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