Sr. Director:

Sobre los ataques al magistrado Andrés Ollero, católico y miembro del Opus Dei, pienso que lo que debiera preocupar a los socialistas y a la pseudoprogresia en general, es que los magistrados del Constitucional no tuvieran opiniones racionales sobre realidades básicas que constituyen y definen lo humano, y que están en la base de una recta concepción del derecho y de la función social de la ley.

El hecho de que se confiese católico no resta de su calificación profesional, sino que añade responsabilidad a la hora de ejercer su trabajo con rigor y calidad técnica, al margen de las consignas de las ideologías y de los partidos. El hecho de que a la izquierda le moleste la racionalidad de la moral católica, y las consecuencias en la defensa del concebido y no nacido, es un indicador de la indigencia intelectual de una ideología caduca en esta materia. ¿Volveremos al axioma laicista de que "las creencias deben quedar en la sacristía"?

Suso do Madrid