- El hombre respondió: "He escogido la fe cristiana y no he violado ninguna ley".
- En la misma provincia, a tres chicas estudiantes 14 y 15 años de edad no se les permitió realizar los exámenes finales del año escolar, a causa de su fe cristiana.
- La buena noticia llegaba de Camerún: liberados los dos misioneros y una religiosa secuestrados.
Hace un año, Sort, de 40 años, se convirtió al cristianismo, siendo así el primer cristiano en el distrito, que consta de unas 20 aldeas. Ante el temor de la propagación del cristianismo "como un virus", el 15 de mayo la policía entró en la casa de Sort, ordenándole abandonar la fe, amenazándole con expulsarlo y confiscar todos sus bienes. El hombre respondió: "He escogido la fe cristiana y no he violado ninguna ley". Los agentes, después de numerosos intentos de persuadirle sin fruto, el 29 de mayo lo detuvieron, realizando una acción totalmente ilegal.
En una nota enviada a Fides, la Ong 'Human Rights Watch for Lao Religious Freedom' (HRWLRF) exhorta al gobierno de Laos que ponga en libertad inmediatamente a Sort, castigue el abuso de poder cometido por la policía y haga respetar el derecho del pueblo a la libertad religiosa, garantizado por la Constitución de Laos.
En los días anteriores, en la misma provincia de Savannakhet, a menudo escenario de violaciones y abusos contra los cristianos, a tres chicas estudiantes laotianas de 14 y 15 años de edad no se les ha permitido realizar los exámenes finales del año escolar, a causa de su fe cristiana. Los cristianos de la zona han hecho un llamamiento a las autoridades escolares del distrito, que han abierto una investigación sobre el asunto. Según lo informado a la Agencia Fides por HRWLRF, el 25 de mayo, en el pueblo de Donpalai, siempre en la provincia de Savannakhet, la policía irrumpió en un centro de oración y confiscó 53 Biblias a los cristianos protestantes, sin ninguna razón oficial
La buena noticia, sin embargo, llegaba de Camerún, donde se ha producido la liberación de dos sacerdotes misioneros italianos vicentinos, Gianantonio Allegri y Giampaolo Marta, y de la religiosa canadiense Gilberte Bussier, que habían sido secuestrados a principios del pasado mes de abril.
Para el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, padre Federico Lombardi, "es una noticia que nos llena de alegría". Y añadió que "el Santo Padre, que desde el inicio había seguido la dramática vicisitud, fue informado inmediatamente", informa Zenit.
Y finalmente concluyó afirmando que "al mismo tiempo seguimos rezando y empeñándonos para que toda forma de violencia, odio y conflicto en las diversas regiones de África y en otras partes del mundo pueda ser superada, y renovamos el recuerdo y el empeño por las muchas otras personas inocentes de diversa condición y edad que –como bien sabemos– permanecen víctimas de secuestros inaceptables en diversos lugares de conflicto".
El obispo emérito de la diócesis de Maroua-Mokolo, monseñor Philippe Albert Joseph Stevens, pudo estar con ellos unos minutos y explica a Radio Vaticana que "gracias a Dios gozan de buena salud aunque si han adelgazado, y su estado de ánimo es bueno". Y así ha lanzado un llamamiento a los secuestradores: "Quemen las armas y se abran al amor de Dios, que pide la conversión de sus corazones, su amor y la paz".
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com