Un incremento de 100 puntos básicos supondría teóricamente un coste de 5.800 millones de euros

 

Tremendo lapsus de Campa. Era la enésima pregunta sobre por qué no habían decidido en paralelo subir la fiscalidad sobre las rentas altas. Responde: Ha sido un esfuerzo claro, fácil, implementable, entendible y del tamaño necesario. La palabra fácil se la ha autocorregido. Pero la ha pronunciado. Y es clave. Cuando el Gobierno se ve azuzado por los mercados, hay que meter la tijera. Y hay que hacerlo de manera contundente. Entendible. Todo el mundo entiende lo de congelar las pensiones. Fácil. Se ha autocorregido. Pero para el Gobierno, lo fácil es meter mano en los funcionarios. Lo difícil es meterse en la maraña de subvenciones, transferencias, etc. Lo malo es que para los funcionarios no es nada fácil. Este jueves estaban en estado de shock. Pero este viernes ya aflora por todas partes la sensación de molestia, incomodidad. Cabreo, en una palabra.

Por otra parte, Campa ha señalado que en un ejercicio teórico, un incremento de 100 puntos básicos supondría un coste equivalente a la rebaja que se ha hecho sobre los funcionarios. Por supuesto es un análisis hipotético, porque nuestra deuda a 30 años está a tipo fijo. Pero si estuviera a tipo variable significaría un 1% sobre 580.000 millones, es decir, 5.800 millones de euros.

Por último, aunque ha reconocido que se trata de ajustes dramáticos ha tratado de restar importancia a las medidas: Para los funcionarios es como regresar a 2008, que es menor que el esfuerzo que se pide cuando se congela con una inflación del 8%. ¿Y para los pensionistas? Ningún pensionista va a cobrar menos de lo que está cobrando actualmente.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com