Me subyuga la deliciosa simplicidad con la que don Rafael Larreina, a quien agradezco el tono de su carta incluida la pedantería sobre la necesidad de preguntar-. La tesis, al parecer concluyente, de don Rafael es que, dado que EA permite libertad de conciencia a sus diputados en materias como la del aborto, pues aquí paz y después gloria, finito, no hay más que hablar. Diríamos que Eusko Alkartasuna ha optado como partido político, por la más estricta neutralidad: cinco minutos para los nazis y cinco para los judíos.
Además, ¿permitiría EA libertad de voto cuando se tratara de ampliar las competencias del País Vasco? ¿Debo deducir entonces que para el señor Larreina la autonomía del gobierno vasco es más importante que el asesinato de miles de inocentes indefensos?
Otrosí: la trayectoria de Eusko Alkartasuna revela que se trata de un partido abortista y gaymoniaco, como se dejó ver en junio de 2000 cuando los diputados de la entonces coalición PNV-EA en el Parlamento navarro votaron a favor de una ley de parejas de hecho la primera- que incluía la adopción de niños por parejas homosexuales. Y más: el diario de Sesiones del Congreso de los diputados denuncia que, en junio de 2005, cuando se votó en el Congreso de los Diputados la ley de parejas de hecho, Begoña Lasagabaster se alineó con la mayoría y un año después la ley de reforma de la FIV (la norma más nazi de toda la democracia española) encontró un solo voto en contra: el del diputado del PP, Eugenio Nasarre. Pero, naturalmente, todo esto es resultado de la libertad de conciencia reinante en EA, y al parecer es aprovechado por sus diputados, compañeros del señor Larreina para fomentar la vida, la familia natural, la libertad religiosa, etc.
Esto por no hablar de los apoyos a partidos como el PSOE de Zapatero, que ha llevado a cabo lo que hoy no duda en llamarse radicalismo social y que ya sabemos todo lo que significa. Recordemos, por ejemplo, las declaraciones, en uso de su libertad de conciencia, of course, de doña Begoña Errazti, number one de EA, acerca del gaymonio de ZP. Aunque personalmente opino que nada muestra con tanto rigor el espíritu de EA como el siguiente texto de una de las asociaciones de esta formación política, de nombre Bizigay, integrada en las juventudes del partido (Gazte Abertzaleak).
Al final, y gracias a la libertad de conciencia de don Rafael, siempre ganan los mismos. Es decir, estamos en el territorio de los huevos con chorizo, donde la gallina colabora pero el cerdo se compromete. O mejor, lo de Groucho Marx: Esto son mis principios, pero si no le gustan, tengo otros. Por resumir el asunto, esto me recuerda lo aquel fervoroso feligrés que compró el puticlub del pueblo con la siguiente justificación: Así, siendo yo el propietario, podré cerrarlo el domingo y fiestas de guardar. O sea, objeción de conciencia, lo propio de los partidos progresistas.
Eulogio López