En España el número de oficinas se redujo en un 11% durante el primer semestre.
Es un intermediario y todo intermediario que no consigue el predominio financiero sobre el negocio está condenado a morir. Las agencias de viajes en España han caído hasta las 8.174 oficinas, a 30 de junio, un 10% menos que un año antes.
Y lo malo es que todo el mundo sabe en el sector que no se trata de una caída coyuntural: sencillamente, viene una generación que negocia directamente con el portador de servicios, sean de transporte o de estancias, a través de Internet y de sus cada vez más seguros sistemas de pagos. A medida que se mueran los clientes de la generación más provecta, las agencias de viaje dejarán de tener sentido o tendrán que especializarse en algo distinto.
Su negocio más firme continúan siendo los paquetes para viajes exóticos, donde se precisa una organización que no malogre las vacaciones o los viajes por motivos de trabajo, pero eso no representa la parte sustancial de una agencia de viajes.