Cientos de "conservapijos" se agolpaban el miércoles 15 en el viejo edificio de los jesuitas, en la madrileña calle de Alberto Aguilera. Es el lugar donde se preparan para el mundo de la empresa, el Instituto Católico de Administración de Empresas (ICADE), perteneciente a la Universidad Pontificia de Comillas. Los "conservapijos" no saben qué es una universidad pontificia salvo por el trámite del examen de reválida. Desconocen el significado de las siglas ICADE, pero seguramente a más de uno le sonará ultraconservador. Mucho mejor por las siglas. O mejor, por su escritura SMS: IKD.

Los más conservapijos decidieron calzarse el traje para la ocasión. Llegaba el "presidente". Mariano Rajoy acudió a las 19:30 horas para ofrecer su conferencia sobre las cualidades de un político. Estuvo gallego y bastante plano. Lo esperable: vocación de servicio, altura de miras, sentido de Estado, etc.

Lo interesante vino en el turno de preguntas. El rector, el P. Bustos, SJ, facilitó el paseíllo para que Rajoy se luciera. Criticó la comparecencia de Zapatero como propia de un político de Móstoles y criticó la eliminación de los tratos de "excelentísimo". Y para predicar con el ejemplo, señaló que "ese aguantará todo lo que pueda", en referencia a la voluntad de Zapatero de no convocar elecciones anticipadas. Y para completar la coherencia, durante el cóctel posterior, señaló que el PP regresaría a La Moncloa antes de 2008.

También tuvo palabras sobre el matrimonio homosexual, señalando que la propuesta popular era su regulación mediante una ley de uniones civiles. Tan pasteloso era el ambiente, que un estudiante saltó diciendo que aquello parecía más Génova que Alberto Aguilera y preguntó a Rajoy por la dimisión de Trillo y Cascos por el Yak-42 y el Prestige, respectivamente. Como era esperable, Rajoy salio en defensa de sus compañeros de partido eludiendo las responsabilidades.

Pero lo más impresionante es que las autoridades académicas dispensaran trato de "presidente" a Mariano Rajoy. Porque presidente es, pero del PP, no del Gobierno. E ICADE debe lealtad institucional al Ejecutivo, no al PP. "Presidente, esta estudiante quiere hacerse una foto con usted", se oyó decir. Y la lozana universitaria posaba frente a la cámara digital junto a un rejuvenecido Rajoy, que posó con paciencia, dio las manos requeridas y firmó los autógrafos que hicieron falta. ICADE es su feudo. 

"Presidente, este universitario tiene vocación política", le señala una autoridad presentado a un joven cachorro en un ejercicio de link más propio de la antigua Compañía de Jesús en los viejos Bilbao y Vizcaya. Y al chaval, se le trababa la palabra: "Bueno, sí, desde siempre he tenido inquietud política". Rajoy miraba displicente como diciendo, "no te queda mili, chaval".

En fin, un acto de partido, donde la Compañía de Jesús ha sobrepasado ampliamente los límites exigidos a la cortesía del anfitrión. Ellos sabrán por qué. De momento, los "conservapijos" regresaron a casa con su foto con Rajoy, más contentos que unas castañuelas. Y seguramente los padres pensarían que el dinero de la matrícula de su hijo estaba bien invertido...