- Es el vivo ejemplo de una economía financista, basada, no en la producción de bienes y servicios, sino en la producción de dinero.
- Los mercados ya sólo se mueven al son que marcan Janet Yellen, Mario Draghi y compañía.
- Las bolsas europeas se detienen, y no por los fundamentales: el mercado se ha convertido en esclavas de los bancos centrales.
- Pero los más ortodoxos recuerdan que la creación artificial de dinero es la causa última de la crisis permanente que arrastramos.
La Bolsa de Madrid lleva dos sesiones estancadas, pero lo mismo ocurre con todas las plazas del mundo, especialmente las europeas. Sencillamente, esperan que Mario Draghi actúe. En otras palabras, que el presidente del Banco Central Europeo (BCE) se decida a abrir la manguera a través de las distintas fórmulas monetaristas para ampliar la cantidad de dinero en circulación. En cualquier caso, que aumente el océano de liquidez en el que nos movemos y que es la razón de fondo de la crisis financista en la que nos movemos, a modo de crisis permanente.
Es más, cuando Draghi abra más la manguera -y lo hará- las bolsas se animarán pero eso no significa que el crédito fluya hacia la economía productiva.
En cualquier caso, la economía financista consiste en producir dinero, en lugar de producir productos y servicios.
Insisto: no hemos aprendido nada de la crisis.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com