Miguel Martín, presidente de la AEB, asegura que las cláusulas suelo son un producto beneficioso para todos, para los bancos y para los usuarios. Porque "evitan la variabilidad de los tipos de interés". No está claro por qué la variabilidad es mala pero, en cualquier caso, el argumento puede aplicarse a las cláusulas-techo, que, naturalmente, no existen para el usuario. Es decir, que si el euribor o cualquier otro tipo de referencia se dispara el banco sí lleva los intereses en el porcentaje firmado en el contrato de hipoteca.
Por lo demás, el Supremo no ha dicho que las cláusulas-suelo sean ilegales, ha dicho, como el Gobierno, que el prestatario se entera de las condiciones e incluso le ofrecen un producto de cobertura (un error esto último, porque eso sí que encarece el crédito).
Eulogio López
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