Fue sonada la declaración de Payá y nada sonada esta acción conjunta. Tampoco es conocido que CDC quiere ser la voz cantante en este tema. Pero así es. Ahí estuvieron todos. Sólo tuvieron que pagar el peaje de "agradecer la hospitalidad del pueblo catalán", pero enviaron un mensaje unánime de censura a la política de Pajín y Moratinos de abrir la cooperación con Cuba sin condicionarla a los avances de los derechos humanos. Puede leer el discurso de Blanca Reyes aquí.
Por cierto, que de aquel órgano de coordinación bilateral para evaluar los avances en materia de Derechos Humanos, nada de nada. Fue el compromiso del canciller Carlos Lage al ministro Moratinos en su visita a la isla. Pero se trataba de un compromiso verbal. O sea, más papel mojado que los contratos firmados en una isla donde la única seguridad jurídica es que de momento manda Fidel Castro.