El consenso de mercado considera que los resultados que presentará este miércoles E.ON rondarán en su caída el 64%. A la eléctrica le crecen los enanos. En parte, gracias a Angela Merkel y sus medidas antinucleares. Como hemos señalado anteriormente, la eléctrica alemana anunció que la repercusión del cierre nuclear tendría un impacto de 1.000 millones de euros, pero más tarde los analistas señalaron que, si se tenía en cuenta la pérdida de valor de esos activos, el impacto podría superar los 3.000 millones.
En todo caso, ya en este ejercicio, las eléctricas se encuentran con el impuesto sobre el combustible nuclear y la menor producción de sus centrales. A ello se suman las pérdidas por el diferencial de precios del gas spot y los precios del gas vinculados a precios del crudo y el hecho de que la eléctrica alemana ya no cuenta con la aportación de las redes de Reino Unido, de las que se deshizo.
Por el momento, E.ON ya ha anunciado que despedirá a 10.000 trabajadores. En todo el mundo, por lo que habrá que ver si nuevamente Merkel ejerce presión para que antes de despedir a empleados alemanes, se eliminen puestos de trabajo en otros países.
Mariano Tomás
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