El presidente castellano-manchego, José Manuel Barreda ha planteado la supresión del Instituto de la Mujer en el marco del obligado plan de austeridad. Por supuesto, las feministas han puesto el grito en el cielo y ya han iniciado una campaña de acoso y derribo. Consideran que la decisión del Gobierno regional es un retroceso en el avance de la visibilización de las políticas igualitarias. Incluso han elaborado un manifiesto.
Por su parte, la primera presidenta del Instituto de la Mujer de Castilla la Mancha, Charo Tapia, ya se ha manifestado en contra del cierre. Las feministas confían que en el trámite parlamentario haya una ventana de oportunidad para dar marcha atrás. Porque -concluyen- ha costado mucho llegar hasta aquí para volver atrás.
Andrés Velázquez
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