Las manos narra unos años cruciales de la vida de Mario Pantaleo, conocido como el cura sanador. Un sacerdote de origen italiano que realizó su labor en Argentina y que, a tenor de lo que contemplamos en la pantalla, nunca mantuvo buenas relaciones con el Vaticano
La película se desarrolla desde los años previos al Golpe militar argentino hasta el final de la dictadura. En esa complicada etapa política, el Padre Mario, un sacerdote que presuntamente sanaba enfermedades con las manos, ante las discrepancias con los superiores de la Iglesia católica de Argentina, se instala en un terreno en González Catán para ejercer lejos del mundo su labor de sanador. Hasta allí le sigue una mujer, Perla, a la que curó de su dolencia en el pasado
Hasta el momento de contemplar Las manos desconocía la figura del Padre Mario de quien en este film realizan un retrato muy elogioso y al que muestran como un hombre bondadoso, crítico con el régimen político imperante. Pero más allá de lo que se muestra en pantalla, todo su desarrollo da malas vibraciones: estamos ante un sacerdote que tiene demasiadas dudas sobre cómo debe vivir su sacerdocio, que habita solo en un páramo con una mujer que le cuida como a un marido, un cura que si bien tiene fe no acata la obediencia debida a sus superiores ni de su país ni del Vaticano
Aunque muy bien recibida en su estreno en Argentina (el pasado año 2008), este largometraje de Alejandro Doria produce cierto resquemor y desasosiego porque la figura de Pantaleo tiene demasiadas sombras, al menos lo que se muestra en esta película
Para: Los que estén interesados en conocer la vida de este polémico sacerdote