Estos vehículos, ligados a la pequeña y mediana empresa, son una muestra de la delicada situación económica del país.
Si hace una semana se conoció que la matriculación de turismos había descendido en septiembre en un 269%, hoy se han conocido los datos sobre las matriculaciones de vehículos comerciales ligeros (furgonetas, furgones, camiones ligeros).
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) informa que su número ha descendido en un 63%, lo que muestra una vez más la dificultad que atraviesa en estos momentos el mundo del automóvil. Como ya informó Hispanidad la semana pasada, esta situación pone en peligro numerosos puestos de trabajo y desde el sector del coche ya se han solicitado ayudas al Gobierno para evitar nuevos despidos.
Las cifras reflejan que el aumento del consumo del que hablaba ayer el secretario de Estado de Economía, al menos en el sector del automóvil, se debía a las ayudas del Gobierno, que terminaron en julio de este año y a la previsión del cliente ante la subida del IVA. Pero muerto el perro se acabó la rabia. Y después de esos momentos de bonanza, la hecatombe ha sido total.
Además, este dato es reflejo de otro problema ya conocido: la difícil situación económica y financiera, con el aumento del desempleo y la baja actividad industrial y económica. Y es que este tipo de vehículos son herramientas muy vinculadas a la pequeña y mediana empresa.
Juan María Piñero
juanmaria@hispanidad.com