Banesto ha terminado por reconocer oficialmente que sí alberga planes de prejubilación de trabajadores.
Los periodistas británicos dicen que ninguna noticia puede darse por ciertas hasta que no es desmentida oficialmente la Oficina del Primer Ministro. Hemos vuelto a vivir otra de esas peripecias. El diario económico Cinco Días publicó una información sobre prejubilaciones en Banesto. Periodistas que llamaron a directivos del banco para contrastar la noticia se encontraron con la negativa de la entidad y las correspondientes alusiones a la falta de rigor de la prensa. Al final, un portavoz autorizado de la propia entidad ha reconocido oficialmente que, en efecto, se preparan dichas prejubilaciones.
No sólo los bancos, sino también las empresas, esconden sus actuales y acelerados procesos de prejubilación de plantilla, pues, a partir del 1 de enero, en aplicación de las nuevas normas internacionales de contabilidad (IAS o NIC), el coste de las prejubilaciones se hará con cargo a la cuenta de resultados, y no a reservas. Así que empresas de todo tipo silencian sus proyectos de prejubilación, que tiene como objetivo principal cambiar a trabajadores veteranos y bien pagados por jóvenes dispuestos a trabajar por la tercera parte y muchas más horas.