Lo había anunciado la semana pasada el subgobernador del Banco de España. Pero ha sido en la mañana de este miércoles cuando Zapatero lo ha hecho público: será en la segunda semana de julio cuando se hagan públicas las pruebas de estrés de las entidades financieras. Los stress test no son sino unos exámenes de las diferentes entidades financieras en situaciones máximas. Es decir, se trata de ponerse en el peor de los escenarios de paro, crecimiento económico y morosidad para poder evaluar la solidez y solvencia de las entidades. Si aguantan las pruebas de esfuerzo, el sistema financiero no tiene riesgos y por lo tanto se recuperará la confianza y la credibilidad. En caso contrario, regresará el pánico.
Ahora todo depende de si el examen es fácil o difícil. Si de verdad se coloca -teóricamente- a las entidades en una situación límite o no. Porque si se desarrollan pruebas de pacotilla -como señalaba la semana pasada el presidente de la AEB, Miguel Martín- puede que el análisis no convenza. Estas fueron las palabras exactas de Martín: En Estados Unidos salió de manera brillante; algunos dicen que las pruebas eran de pacotilla, que los parámetros era muy fáciles, pero los mercados se lo creyeron y los inversores empezaron a comprar.
Andrés Velázquez
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