Demasiado tarde, desconfianza de MAFO, desconocimiento del plan de salvamento El subgobernador del Banco de España, José Viñals, se va al FMI al puesto que desempeñaba Jaime Caruana, que a su vez se va a Banco de Basilea. La noticia era conocida desde hace seis meses, pero MAFO ha descolgado el teléfono este miércoles. Así que Rajoy le ha dado largas. No quiere saber nada. El nombramiento de MAFO fue el pecado original: un gobernador de marcado carácter político. A partir de entonces, ni confianza, ni crédito. Que cada palo aguante su vela, dice Montoro en privado.
Sobre todo ahora que llegan las maduras de diseñar un plan de intervención. Hay quien asegura que Viñals era partidario de intervenir y que MAFO le ha frenado. Dudamos de esta interpretación. Viñals simplemente ha optado por un puesto más apetecible. Pero no había división. De hecho el pasado verano justificó el silencio preelectoral de su jefe en la necesidad de no interferir en el proceso electoral.
Así que el Banco de España se queda más solo que la una. La estrategia de acoso del PP al oscurantismo de la autoridad bancaria en relación a la fusión de Caja Castilla la Mancha y Unicaja hacen presagiar un ambiente caliente en las próximas fusiones en marcha. Que no son fusiones, sino planes de salvamento encubiertos. Lo reconoce el propio Ocaña: Ojalá el FGD sea lo único que sea necesario para que todo el que se quiera fusionar lo pueda hacer. Más claro, agua.