El teólogo y experto en Benedicto XVI Pablo Blanco Sarto expuso este martes en Madrid las claves del viaje del Pontífice a Tierra Santa, que calificó de valiente, claro y con una gran trascendencia de futuro, ya que se trata de un viaje que tan sólo ha comenzado, dijo.
Ahora es momento de reflexionar en sus palabras y concretar sus mensajes, dijo este especialista, que enfatizó el comentario del Papa sobre la paz y la seguridad como consecuencia de la justicia.
En un encuentro con periodistas celebrado en la Oficina de Información del Opus Dei en Madrid, Pablo Blanco manifestó que el Papa ha sido fiel a su estilo, ha ido a la raíz de los problemas, desde la fe, la razón y la ética.
Este autor de tres libros sobre el Papa aseguró que Benedicto XVI habló con claridad tanto a judíos como a musulmanes, con los que busca el diálogo sin desmayo.
El ecumenismo y el diálogo interreligioso se verán relanzados después de este viaje, en el que el Papa ha destacado que las religiones deben estar al servicio de la paz, y que en su día destacó que tanto la razón como la religión deben entenderse y curarse de sus respectivas patologías, dijo también.
En cuanto al eco de las palabras del Papa en la opinión pública, Blanco Sarto aseguró que ha tenido amplia aceptación, y que las reacciones de protesta han sido marginales. Se habla de un discreto encanto de Benedicto XVI, y a la vez que sus textos enganchan, tienen éxito entre teólogos y un público amplio.
En relación al ecumenismo, Pablo Blanco señaló que los avances con los ortodoxos podrían ir a más, mientras que con el Islam se camina en la búsqueda de espacios comunes, para que sin renunciar a lo propio se defiendan puntos de vista similares sobre la familia, la mujer, la bioética, etc..
En su resumen de este viaje-peregrinación, Pablo Blanco dijo que el Papa alemán habló de libertad religiosa, de diálogo y respeto, de convivencia entre las tres grandes religiones -Islam, judaísmo y cristianismo-; pero también de los derechos de la mujer y de los cristianos en países musulmanes, de igualdad de oportunidades para minusválidos e impedidos físicos, de razón y amor en definitiva.
Señaló también que no ha dudado tampoco en usar el término y pedir una «alianza de civilizaciones», en cuyo centro estuviera la defensa de la razón y de la libertad religiosa de todos los ciudadanos.