Se esperaba un poco más del secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, en su primera comparecencia parlamentaria. El hombre del que depende un sector clave, con muchas cuestiones pendientes, se limitó a decir que exigirá una mejora radical de la claridad en el servicio que prestan las operadoras y de los derechos de los clientes.

 

Eso sí, al final sorprendió  con el anuncio de que, de forma inmediata, irá al Consejo de ministros el decreto conocido como "la excepción cultural", ahora conocido como "diversidad". Ese decreto permitirá aplicar la norma según la cual las televisiones tendrán que aplicar un 5% de su facturación (ingresos publicitarios en el caso de las privadas, más ingresos y subvenciones en el caso de las públicas) a la producción o compra de derechos de antena de cine europeo.

 

Los franceses, inventores de la "excepción cultural", se las arreglan para cambiar cine europeo por cine francés, y se quedan tan anchos. Pero aquí, ni Tele 5 ni Antena 3 se atreverán.