Señor director:

Le envío la letra de un Rap (desconozco el autor) que refleja con humor la obsesión con la salud de algunos a la que aludía en su carta sobre el puritanismo progre.

Se murió, se murió, se murió

Con análisis impecables,

Con los dientes fluorados, se murió

Le auguraron muchos años y murió

Sólo descafeinado y se murió

 

Con pulmones impecables,

La tensión siempre en su sitio

Y la palmó

Sin haberse contagiado,

Con el air-bag a punto

Sin tener un mal presagio,

Y ya está con los difuntos

 

Ni atentado terrorista

Ni accidente en la autopista,

Simplemente, se murió

 

No contrajo legionella

Ni sida ni salmonella;

Y murió,

Así de raro,

se murió

 

Con la tez bronceada

¡Y su cuenta bancaria!

Sin atisbo de malaria

Ni michelines ni papada

Sin ojeras ni arrugas

Deportista y aseado,

Se murió

 

Ni las tomas de yogur

Ni los kilos de yinsen

Ni el bajo colesterol

Lo evitó,

 

Le tocó y se murió,

Simplemente se murió

 

Este mundo es un misterio

Los desahuciados siguen vivos

Y los sanos al cementerio

 

En fin, es un alivio,

Lo sano que murió.

 

¡Lo sano que murió!

¡Lo sano que murió!

 

Santiago Chiva