Gustavo de Arístegui critica la lentitud de reflejos del Gobierno
Se venía comentando que los españoles retenidos en el Chad iban a ser liberados en estos días. Moratinos se había dado 10 días antes de encender todas las alarmas, pero no ha hecho falta agotar el plazo. Él y Zapatero se encuentran preparando la cumbre iberoamericana. Así que en la madrugada del 9 de noviembre, Bernardino León, secretario de Estado de Exteriores, partía desde Torrejón hacia Chad con la intención de traerse de vuelta –como un Sarkozy de la vida- a los pilotos que no pudieron volver con el presidente francés.
Pero Bernardino no es Sarkozy y las autoridades chadianas ni siquiera le han dejado aterrizar. El número dos de Exteriores se quedó sin foto. Tuvo que desviar su avión hacia la vecina Nigeria mientras los españoles eran excarcelados. Numerito de márketing fallido y fracaso diplomático relativo, ya que, al menos no era Zapatero el agraviado.
El portavoz de Exteriores del PP, Gustavo de Aristegui, criticaba en conversación con Hispanidad la lentitud de reflejos de la diplomacia del Gobierno Zapatero: "La diplomacia de la acción hay que realizarla en el comienzo. Cuando el Gobierno se ha decidido a emprender la diplomacia de la acción ya era demasiado tarde".
Desde Chile, ZP llamaba al presidente del país africano, Idriss Déby, manifestando el respeto del Gobierno español a las autoridades judiciales. La vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, anunciaba la noticia a bombo y platillo en la reunión de la Federación de Municipios: "Es una buena decisión de las autoridades del Chad. Quiero manifestar nuestro agradecimiento a las autoridades del gobierno y los jueces". Zapatero y De la Vega justificaban así su inacción. Coincidían en su respeto a pesar de que el dictador chadiano señaló delante de las cámaras al piloto español acusándole de pedófilo.