El Gobierno libio decreta un segundo alto el fuego pero continúan los bombardeos contra los leales al dictador, así como los ataques contra los rebeldes

Benedicto XVI pide ante todo la seguridad para el pueblo libio. La Liga Árabe apoya a la ONU.

A medida que los ataques continúan, se vuelve a complicar la situación en Libia. Según algunas informaciones la alianza internacional ha continuado los ataques contra las tropas leales a Gadafi en diferentes puntos del país -Trípoli, Bengasi-, en un intento de detener los ataques del dictador sobre los rebeldes. Al mismo tiempo, el Gobierno libio ha decretado un segundo alto el fuego, que Estados Unidos no cree, y algunas informaciones hablan de ataques de las tropas leales a los rebeldes en la ciudad de Misrata. Mientras tanto, España ha enviado a los primeros F-18 para realizar acciones de patrullaje.

Sin embargo, lo que no está del todo claro es el objetivo de la operación. Si es un intento defender a los civiles, bombardeos sobre la capital libia u otras, pone en duda que se logre ese fin, ya que fácilmente impactarán sobre civiles que no pueden salir de ese cruce de disparos. Francia y Gran Bretaña pretenden derrocar al dictador, pero Estados Unidos no lo tiene del todo claro. Y mientras la operación Odisea al amanecer sigue su curso, es el Santo Padre Benedicto XVI el que recuerda que es prioritaria la incolumidad del pueblo libio, así como la apertura de pasillos humanitarios, tal y como informa la agencia Zenit.

Además de los países que ya integran la alianza, en las últimas horas, la Liga Árabe se ha sumado al apoyo a la ONU, pese a sus reticencias de que la protección de civiles sea meritoria de una acción militar.

En el fondo, aunque digan que se trata de proteger a los civiles todo parece indicar que lo que se pretende es acabar eliminando del poder al dictador libio. Entonces uno se pregunta por qué no se dice desde el principio. Quizás así se entiende que países como Alemania, se abstuvieran de votar a favor de la intervención en el pasado Consejo de Seguridad de la ONU.

Y mientras Libia ha vuelto a recuperar el centro de atención, la situación en Yemen se complica. Tras los más de 50 muertos durante la represión de las protestas, numerosos militares se unen a los manifestantes mientras tanques toman las calles de la capital yemení, Saná. Sin embargo, parece que el Consejo de Seguridad de la ONU no va a intervenir en Yemen, donde sí que se debería proteger la vida de los civiles.

Juan María Piñero

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