Pero como está muy cabreado con Zapatero, Gómez ha vuelto a hablar de limitación de mandatos. Y ahí le felicito porque la limitación de mandatos es una de las claves de la democracia. Limitar el mandato de un presidente del Gobierno a ocho años es la mejor manera de que no se creen quistes dictatoriales o de que desastres como la política del actual Gobierno no se perpetúen en el poder tras haber controlado la televisión, el medio electoral más poderoso del momento.
La limitación de mandato a ocho años debería haber sido la bandera de Mariano Rajoy desde 2004. Ahora Gómez se la ha robado. A lo mejor es que Rajoy ya se ve en Moncloa y ahora no le interesa el copyright de la idea.
Eulogio López
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