No, Rafael Correa es un tipo con aspecto de deportista, indumentaria occidental, educado en Estados Unidos. No es de extrañar que se lleve a la gente de calle en Ecuador.
En de todo los populistas iberoamericanos Correa es, sin duda, el que mejor imagen tiene. Bueno, descuento a Lula, un personaje que me recuerda a Francisco Franco. No se alarmen, lo digo en este sentido: rodeado de corruptos que se han visto obligados a dimitir, él ha salido milagrosamente indemne. Como durante el Franquismo la culpa de todo lo que salía la tenían sus ministros, unos verdaderos cabezas-huecas. Pero su Excelencia, jamás. En cualquier caso, de Lula sólo quiero que pase la prueba, las del termómetro definitivo: que abandone el poder, que no pretenda perpetuarse en él. Lo demás no me interesa.
Pero salvo Lula, el de mejor imagen, al menos entre los hispanoparlantes, es Correa. Y el más peligroso. Es él quien ha conseguido lo que no consiguió Chávez, sin enfrentamiento callejero alguno: reformar la Constitución y plantar las bases para perpetuarse en el poder. Pídanle ustedes a Correa que se ponga un límite de permanencia en el poder: es el termómetro infalible. Por ahora, ya está en su segundo mandato y ha aprovechado para exigir la restitución de otro amigo del poder permanente, el hondureño Mel Zelaya y para dejar que el majadero de Hugo Chávez volviera de guerra en Hispanoamérica por las bases militares norteamericanas en Colombia. Y esto de la guerra es pegadizo, advierto. No vaya a ser que la guerra de Obama -la que dicen que le toca a todo presidente gringo- sea en el patio sur.
Y la limitación de mandatos, insisto, debería ser un objetivo a conseguir en todo Occidente. En España tampoco existe límite de permanencia en la Presidencia del Gobierno y tuvimos a Felipe González 13 años y a un ZP que matará si es necesario con tal de mantenerse en Moncloa. ¿Se imaginan a ZP en el mercado de trabajo?
En cualquier caso, el poder absoluto corrompe absolutamente y el poder permanente corrompe permanentemente, para siempre jamás. Todo país puede soportar a cualquier gobernante... con tal de que sea por tiempo limitado. Eso incrementa la esperanza.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com