La moda de trasladar a la gran pantalla todo tipo de superhéroes de cómics da como resultado que lleguen al cine incluso algunos de segunda división, como lo es Linterna verde, uno de los muchísimos personajes imaginados por DC Cómics.
La película Linterna verde cuenta con un arranque confuso y atropellado (narrado con voz en off) que nos habla de unos guardianes del universo que se encargan del orden del mismo y, ¡cómo no!, de un renegado que ha escapado de sus manos y se muestra dispuesto a hacer desaguisados en cualquier galaxia… A partir de aquí, conocemos a nuestro héroe, Hal Jordan, un piloto de aviones de combate quien, sin pretenderlo, es el primer humano elegido para convertirse en un "policía espacial-linterna verde" cuyas funciones son luchar contra el malvado de turno que, en esta aventura, se alimenta y crece gracias al miedo ajeno…
Si esta "tontunada" de superhéroes fue abordada en su totalidad con humor, cosa que sólo hace cuando al nuevo Linterna verde le reconoce la guapa de la historia dado su ridículo antifaz, podríamos encontrarnos ante una película entretenida. Pero, como por el contrario, se apuesta por el tono épico este largometraje cae por su propio peso. Así, produce risa como se han recreado visualmente los presuntos sabios-guardianes o el renegado de la galaxia, que más que el mal (en estado puro) parece un calamar gigante fabricado con arena. En esa tesitura, el único atractivo de este aburrido cómic trasladado al cine se encuentra en la encarnación del excelente actor Peter Sarsgaard como un malvado científico llamado Hector Hammond. Este, de aspecto enclenque, se lo pasa "de miedo" cuando experimenta en carne propia las ventajas de convertirse en un poderoso… monstruo. Por cierto, gran trabajo de maquillaje el realizado sobre el rostro de este actor que, ese apartado sí, debería estar recompensado con algún reconocimiento.
Para: Los que vean todas las películas de superhéroes incluso las de mala calidad como ésta