Sustituye a Caruana en el segundo cargo más importante del FMI. MAFO sólo aceptaría ceder parte de su poder marchándose: es decir, si ZP le nombra ministro. El PP quiere recuperar el consenso y nombrar un gobernador afín: José María Roldán. Desánimo entre los inspectores por las imposiciones de MAFO y Aríztegui
El Gobernador ha politizado la crisisEn su día, Pedro Solbes ofreció a José Viñals el cargo de gobernador del Banco de España. Viñals es hombre de gran prestigio internacional que había trabajado en las instituciones comunitarias con él. Sólo que ZP impuso al secretario de Estado de Economía. Viñals tuvo que conformarse con el cargo de subgobernador pero con ello se rompió el pacto no escrito según el cual el gobernador es cosa del Gobierno, mientras el primer partido de la oposición se reserva el cargo de subgobernador. Esta vez no: gobernador con carné del PSOE y subgobernador de perfil más técnico, menos sectario... pero próximo al PSOE.
MAFO enseguida marcó territorio: envió a Viñals a las reuniones de todos los organismos internacionales existentes y él tomó el poder, especialmente de regulación y supervisión bancaria, así como el otro gran poder: el del Servicio de Estudios del Banco de España. Su director general eterno, Malo de Molina, asimismo filosocialista, otro aspirante a gobernador, ha sido humillado reiteradamente por el gobernador, que revisa los informes personalmente y da instrucciones.
Sin embargo, Viñals no se ha marchado por eso. Se ha marchado par cubrir la vacante dejada en el FMI por Jaime Caruana, nada menos que como coordinador de Regulación financiera -el asunto de moda en tiempos de crisis bancaria- un cargo que le viene como anillo al dedo y donde se libra del ninguneo de MAFO.
Los dos candidatos que suenan con más fuerza en los pasillos del palacio de Cibeles como sustitutos de Viñals son el director general de Supervisión José María Roldán y el navarro Francisco Javier Aríztegui, responsable de Inspección, el más próximo a Aríztegui. El primero ha sido director de Gabinete de Rodrigo Rato pero mucho más importante, claro está, es su condición de cuñado de Manuel Pizarro.
El sectarismo del gobernador, casado con la ultra feminista Inés Alberdi, actual director del Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) no conoce límites, por lo que, aunque en el Gobierno le aconsejan volver al consenso del reparto de esferas, es decir, nombrar a Roldán, MAFO preferiría ofrecerle la vicegobernaduría al socialista Aríztegui. Eso sí, el navarro deja un Servicio de Inspección profundamente desmoralizado, encerrado en los caserones de Cibeles y Alcalá, y sin mucho trabajo de campo en las entidades, a pesar de la que está cayendo. En otras palabras, MAFO ha politizado la crisis bancaria. Si es el caso, se ocultará cualquier asomo de crisis o se disfrazará de fusión, con tal de no dañar la imagen del Gobierno socialista. Como se dice en la institución, MAFO ha politizado la crisis.
Eso sí, el pulso podría resolverse si el gobernador abandonara el cargo, del que nadie puede cesarle en 6 años salvo condena judicial firme. Para ello, claro, ZP debería convertirle en el sucesor de Solbes con categoría de vicepresidente. Entonces sí, pero sólo entonces.
Eulogio López
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