El mercado de la muerte mantiene desde hace 25 años la misma prioridad programática: que el aborto no se vea. Desde que el doctor Nathanson, el Rey del Aborto, se arrepintiera de su homicidios y realizar un vídeo "mostrando" lo que es una interrupción forzada del embarazo, los socialistas españoles, de Felipe González, que en 1985 legalizaron el aborto en España, prohibieron que su obra El grito silencioso apareciera en las pantallas de televisión.
Hoy en día, con vídeos muchos más perfeccionados, seguimos en las mismas: que el aborto no se vea. Todo el mercado de la muerte depende de esa censura interesada.
Lo malo es que Internet ha elevado las cuotas de libertad de expresión en el mundo. Así, Youtube, ahora propiedad de Google, se ha convertido en un reducto de libertad, una vía de escape donde emitir lo que los poderosos multimedia –siempre atados al Sistema, a lo políticamente correcto, se niegan a publicar o emiten cuando saben que no va a tener sino una repercusión mínima.
Así, Provida Valencia, uno de los movimientos más activos de España en defensa del neonato indefenso, ha añadido nuevos vídeos que muestran qué es un aborto, es decir, un homicidio, y que demuestra la sentencia del fallecido Julián Marías: Lo más grave del mundo actual no es el aborto, sino "la aceptación social del aborto".
Y ojo, Youtube no es más que una representación –en este caso muy útil para la defensa de la vida- del pensamiento débil imperante. Es propiedad de Google, y el espléndido buscador de Internet se autocensura cuando así se lo exigen regímenes autoritarios, por ejemplo, la dictadura china, como requisito previo para poder instalarse en un país, es decir, para poder ganar dinero. No sólo eso, Google, aprovechable por tantas cosas, es el arquetipo de pensamiento débil, del relativismo total. Así, su sistema de financiación publicitaria no puede ser admitido por nadie que crea en algo, en lo que sea. La razón ya la ha explicado en esta misma pantalla. Es la máquina quien asigna el interés comercial de un anuncio. Y así, por ejemplo, si en Hispanidad se condena el aborto como un asesinato. La máquina de Google selecciona junto a esa noticia anuncios de clínicas aborteras, por lo que el diario pierde un pelín de coherencia. Por eso, Hispanidad eliminó la publicidad de Google, de la que se alimenta casi toda la prensa independiente de Internet. No olvidemos que no hay ideología más castrante que la ausencia de ideología, que el pensamiento débil.
Youtube reproduce el mismo espíritu de la Red: un paraíso de libertad, pero una irracionalidad llevada a la cima, a la negación del principio de contradicción, que, al modo castizo, podríamos resumir así: Me da igual ocho que ochenta.
Pero, con todos sus defectos, Internet sigue siendo un paraíso de la libertad., Por ejemplo, podemos ver los vídeos que Provida Valencia ha colgado en Youtube. Vídeos duros, no aptos para gente sin fortaleza, que nos vuelven a recordar que, después de tantos millones de inocentes sacrificados, y por mucho que se empeñen los poderosos del mundo en negarlo y en calificar de "ultras" a los defensores de la vida humana más inocente más indefensa, el emperador va desnudo, y el aborto actual es una barbaridad superior a cualquier otra que haya cometido la humanidad. Y por cierto, el que no lo ve es porque no quiere verlo: es culpable.
Eulogio López