Lo malo es que fail rima con jail y entonces nos encontramos con el retruécano maldito: no es demasiado grande para quebrar es demasiado grande para ir a la cárcel.
Es la lección que se sabe de la crisis, pero que ya la expresó José Barreiros cuarenta años atrás, cuando expresó aquello de que ya debo... millones, ya puedo dormir tranquilo, mi deuda es una deuda de Estado.
En efecto, el desastre causado en la economía mundial por los grandes especuladores de Wall Street lo hemos pagado entre todos, dado que no eran lo suficientemente grandes para evitar la quiebra pero sí lo suficientemente grandes para evitar la cárcel.
Las empresas no sobreviven por ser grandes, sino por ser solventes y la lucha por la justicia social nada tiene que ver con el enfrentamiento entre lo público y lo privado sino entre los grandes y los pequeños. Y la justicia depende... de que lo pequeño se imponga a lo grande.
Eulogio López
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