En relación a la cifra total de abusos en diversos países es muchísimo mayor a los cometidos por algunos miembros del clero, aunque esto no los justifica en absoluto, no han faltado personajes públicos que se han sumado a una estrategia orientada a golpear la autoridad moral de la Iglesia con el fin de descalificar sus acciones y opiniones en campos como la defensa de la vida, el respeto a la familia, la lucha contra la corrupción pública y el trabajo por la justicia.
Incluso hay quienes pregonan, es lo que están buscando, que la Iglesia debiera callar y argumentan que ya no tiene calidad moral para ello.
Esta campaña no ha tenido "éxito", pues una reciente encuesta pasada en México muestra que "la Iglesia Católica ocupa el primer lugar en la confianza de los mexicanos, cuando el año pasado ocupaba el tercer lugar".
Este hecho revela que, a pesar de los denodados esfuerzos de algunos por enterrar la confianza en la Iglesia, ésta se mantiene como confiable ante muchos ciudadanos de buena fe y que conocen y valoran el trabajo de los laicos, los sacerdotes y las religiosas en la vida cotidiana y en todos los rincones de cada país.
José Morales Martín