Se inició, con el Miércoles de Ceniza, uno de los tiempos "fuertes" del calendario litúrgico, la Cuaresma, que nos conduce hacia la Pascua, el momento más decisivo de la vida cristiana al conmemorar la Resurrección de Jesucristo como primicia de la vida eterna que espera a los creyentes que hagan honor a su fe.
Con este motivo, Su Santidad el Papa ha enviado al orbe católico un mensaje -redactado meses antes de su renuncia al pontificado- en el que, partiendo del Año de la Fe, recuerda que la fe en el Dios de Jesucristo es la respuesta del cristiano al amor de Dios y que toda la vida cristiana consiste en responder al amor de Dios.
La fe, afirma Benedicto XVI, es conocer la verdad y adherirse a ella mientras la caridad es "caminar" en la verdad. Con la fe se entra en la amistad con el Señor; con la caridad se vive y se cultiva esta amistad.
Más adelante añade que la Cuaresma, con las tradicionales indicaciones para la vida cristiana, nos invita precisamente a alimentar la fe a través de una escucha más atenta y prolongada de la Palabra de Dios y la participación en los sacramentos y, al mismo tiempo, a crecer en la caridad, en el amor a Dios y al prójimo, también a través de las indicaciones concretas del ayuno, de la penitencia y de la limosna.
Jesús Domingo Martínez