En el manifiesto del mensaje de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que ha acabado el pasado domingo en Roma, los obispos destacan, como no podía ser de otra manera, el papel de la familia "lugar natural de la evangelización e insisten en que debe ser sostenida por la Iglesia, la política y la sociedad".
Dentro de ella, resaltan también el papel especial de las mujeres y recuerdan la "dolorosa situación" de los divorciados y vueltos a casar. No obstante, confirma la disciplina sobre al acceso a los sacramentos e insiste en que no están abandonados por el Señor y que la Iglesia es la casa que acoge a todos.
Jesús Domingo Martínez