Sr. Director:
Leo que en sus últimos días, Françoise Mitterrand visitaba a las adivinadoras y a un "eminente teólogo" para preguntarle sobre la existencia de la vida más allá de la muerte. La historia completa es la siguiente: Mitterrand habló con el teólogo Jean Guitton en varias ocasiones. Pero no sobre la existencia del más allá, sino sobre la existencia del infierno. Sus charlas con Guitton junto a las lágrimas de su madre -una nueva "Santa Mónica"- permitieron la acción del Espíritu Santo y su conversión.
Desde entonces, reconoció públicamente a su hija "ilegítima" y cambió su testamento laico por uno religioso. Mitterrand, que pudo organizar sus exequias, previó tras su conversión un gran funeral religioso en Notre Dame. Los detalles son importantes, porque mientras toda Francia quedó conmocionada por la conversión de su líder, en España -todavía hoy- seguimos consumiendo la imagen del "Mitterrand masón" inexistente tras su desconocida conversión. Quede constancia de estos hechos para la rehabilitación de su memoria.
Agustín Losada