En Antena 3, Juan Fernando López Aguilar, ministro de Justicia, también se ha referido al tema de la inmigración y en concreto a los vuelos de repatriados senegaleses que no han aterrizado en su país: es un incidente, y el ministerio del Interior lo explicará. El ministro del Interior explicó que en 2006 ha habido más de 50 mil devoluciones. Pero hay que saber que hay problemas de seguridad. Las personas que están siendo devueltas son supervivientes de una aventura y que lo han pagado todo y después de haber sacrificado todo, y de haber sobrevivido a una pesadilla infernal, cabe imaginar la desesperación de esa gente, de sus familias, y se han producido también altercados y conatos de revueltas sociales. Tenemos que comprender y racionalizar las dificultades de esta situación: el Gobierno está haciendo su trabajo en África como ningún otro gobierno en la historia de España.

 

Este Gobierno aprobó el 25 de julio un plan integral para Canarias. Estamos reforzando la plantilla policial en Canarias. Lo estamos haciendo también en lo relativo a la repatriación y eso significa que hay un procedimiento para controlar esos vuelos. Ellos no saben que vuelven a su país. El mundo real es que esas personas han arriesgado la vida y que esas personas no quieren volver. Pero el mensaje de este Gobierno es que este es un país de leyes y por tanto tiene cabida la inmigración legal que respeta las leyes. La operación de identificación policial tiene como siguiente objetivo la repatriación.  Y hay dotaciones policiales en esos vuelos. Es una operación que requiere discreción. No tengo el detalle de cómo se efectúa la operación pero creo que no hay casos de esposarles, aunque en algún caso, para evitar incidentes se emplean pulseras de plástico pero no están sujetos a ese tipo de prácticas, ha explicado López Aguilar.

 

Ha añadido el ministro de Justicia que en la legislatura anterior tuvimos conocimiento de que iban sedados. El respeto a los derechos fundamentales de estas personas ha de observarse. Miente y practica demagogia quien pretende que una operación de regularización de miles de personan haya producido ningún efecto llamada. El efecto llamada hay que imputárselo a una sociedad abierta que crece pujante y que respeta los derechos humanos.