Sr. Director:

Algo le pasa a este socialista con las mujeres pero parece que no le arroparon con cariño de pequeño y tampoco lo hacen ahora cuando es mayorcito. Está empeñado en que las mujeres españolas además de casposas y con pata quebrada se dedican a "sus labores". ¿A las labores de José Blanco se refiere?

¿Qué pensarán hoy,  después de haber oído sus declaraciones, todas esas viudas que se dedicaron a cuidar trabajando con unos y otros toda su vida y malviven con unas prestaciones muy lejos de la dignidad de lo que se merecen por su labor callada y silenciada.

Expectantes estamos muchas por ver cómo rebobinan esos 400 euros que, incomprensiblemente,  dejan fuera del reparto a las mujeres que trabajan en casa y  que también pagan impuestos, demasiados impuestos, y que ni siquiera cobran un sueldo por su trabajo. La señora de Rubalcaba, ya nos  ha anunciado su marido, que los va a cobrar y seguro que también se dedica a sus labores, es decir a su curro, el que sea, por el que  le pagan  y del que seguro se siente muy orgullosa porque es "su trabajo".

Como también están muy orgullosas las que se dedican a ahorrar al Estado  mucho dinero por cuidar a hijos y ancianos, a enfermos y sanos, noches y días y que saben que el señor Blanco no puede ofenderlas aunque se lo proponga cada mañana y aunque  algunos le rían sus gracietas habituales contra la Iglesia y contra las mujeres que luchan por ejercer su libertad. Pero no nos engaña, esto de la igualdad no se sostiene si no es para todos y todas y hoy por hoy no lo es.

¡Qué manía tienen algunos con decirnos a las mujeres lo que tenemos que hacer! !Qué desilusión cada vez que nos dedican cuotas salvadoras y discriminaciones positivas y negativas! !Qué vergüenza sentimos cuando les oímos hacer política de algo tan serio como es el respeto a las personas, sean hombres o mujeres,  y a sus decisiones! No es la Iglesia la que nos dice en qué queremos trabajar señor Pepiño, se lo digo sin acritud, las mujeres tenemos voz y voto y usted se ha pasado cien pueblos y espero que algún día se de cuenta y rectifique.

Pilar Pérez Rodríguez

rodriperezpilar@gmail.com