Sr. Director:
La Banca tiene un gran poder sobre los centros político-administrativos de decisión. Y lógicamente, en los propios partidos.
Si coincido con varios expertos en que sería bueno que el Estado Español aumente el gasto público para que se dé un estímulo económico, siendo realistas y a tenor de las posturas de los líderes políticos españoles y de sus tesis en economía, creo que ni ZP ni Rajoy lo harán nunca por culpa precisamente de ese poder de influencia que la Banca irradia sobre ellos.
Ningún partido pidió tal aumento del gasto público (que hubiera originado un empuje o impulso económico a semejanza de EE.UU. y otros países, mínimamente costoso, precisamente en España, que es el país de la UE con el gasto público más bajo por habitante); únicamente el PP sigue defendiendo reducirlo y el PSOE en el Gobierno, continúa manteniéndolo.
Y claro, la Banca no desea esto (es contraria a aumentar el gasto público porque ella es privada...) y los partidos y líderes políticos no se atreven a agraviarla, que para las campañas electorales bien que necesitan éstos los créditos millonarios de la Banca.
Los 400 euros por persona de desgravación en la declaración de la renta que el Gobierno de España aplicó como intento de estimular la demanda y potenciar la economía, como si fuera un cheque para los contribuyentes; apenas se ha notado su efecto en los bolsillos de los ciudadanos, resultando algo regresivo y discriminatorio que no logró aumentar el consumo de las rentas más bajas que poseen menos ingresos y se gastan o consumen todo lo que reciben, sean salarios o ayudas como ésta.
La medida de los 400 euros era calcada a la que EE.UU. aplicó logrando un irrisorio incremento tímidamente estimulador del gasto público de un 1% del Producto Interior Bruto.
Efectivas medidas para salir de esta crisis serán las que logren que de las rentas más elevadas o millonarios vayan caudales hacia quienes menos poseen: las clases bajas y medias, que son las que más consumen y menos ahorran porque no pueden al no llegar a fin de mes. Que los ricos paguen o contribuyan más contra la recesión de manera que el soporte real de la crisis se distribuya proporcionalmente, aportando más aquellos pues ahorran e invierten mucho y consumen poco. Han de cambiar las políticas fiscales-económicas aplicadas en España en las últimas décadas tanto por la socialdemocracia como por el liberal-conservadurismo.
Ambas han sido igualmente regresivas y han producido desniveles de rentas per cápita. Los ricos son cada vez más ricos aunque existan menos en la actualidad pero los pobres son cada vez más pobres aumentando enormemente y las clases medias se han empobrecido perdiendo poder adquisitivo y reduciéndose como motores económicos.
Estas desigualdades se paliarían bastante si se aumentara la inversión pública en servicios (Sanidad, Sociales, Escuelas Infantiles, Recursos Humanos...) para crear puestos de trabajo que falta hacen pues se han perdido miles y ya hay tres millones de parados con visos a aumentar. España tiene el índice más bajo de empleo público de UE precisamente en tales servicios. Reducirlo como está haciendo ZP traería consecuencias negativas.
También se podrían dar cheques al consumo o de ayudas a los ciudadanos o realizar inversiones públicas en obras y transportes. Y hoy, la crisis, permite que el gasto y empleo públicos aumenten para dar un empuje al bajo y ralentizado consumo mínimo de la mayoría de la población. Yo, de ZP, no me lo pensaría dos veces...
Josep Esteve Rico Sogorb
ricosogorb@cjav.org