Corren buenos tiempos para la unidad de los cristianos. Si es reciente el acercamiento de los lefevbrianos a Roma, ahora, medio millón de anglicanos, y otros grupos protestantes, a veces diócesis enteras, de EEUU, Australia, África, Inglaterra, llaman a la puerta de Roma.
Tras sufrir las continuas divisiones de las diversas comunidades protestantes por decisiones polémicas, como la ordenación de mujeres al sacerdocio y episcopado, la ordenación de clérigos homosexuales, o la bendición de parejas del mismo sexo, Benedicto XVI ha dado el paso más importante para la historia del cristianismo en Inglaterra, desde que el rey Enrique VIII provocara el cisma. Para ello el Papa ha creado estructuras jurídicas que les permitan regresar al catolicismo, manteniendo costumbres litúrgicas y culturales no incompatibles.
Por su parte, la Comunión Anglicana Tradicional de Australia, formada por unos 400 mil fieles, ha pedido al Vicario de Cristo que reconozca y permita sus prácticas litúrgicas y que les ofrezca la comunión plena -es decir, la participación activa en la Iglesia católica- a sus sacerdotes, que normalmente están casados. Otras comunidades -como Forward in Faith, uno de los grupos de anglo-católicos más importantes-, o la Iglesia ortodoxa búlgara ya han expresado, su deseo de encontrar la unidad con los católicos.
María Ferraz
fermar42@gmail.com