• Con un crédito que se otorgarían a sí mismos como adelanto al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).
  • Faltan otros 20.000 millones, pero el Gobierno Rajoy no está dispuesto a aportarlos él.
  • Y eso que las aportaciones gubernamentales al saneamiento bancario serán consideradas ayudas públicas, pero no déficit público.
  • El mercado, cómo no, pide más: hasta los 50.000 millones de euros.
  • Mientras, Luis de Guindos defiende la solvencia del sector en Bruselas... e insiste en las fusiones.

Al final, el ministro de Economía, Luis de Guindos (en la imagen), lo consiguió: las ayudas públicas para sanear la cartera inmobiliaria serán consideradas ayudas públicas pero no déficit público. ¿Una quisicosa? Sí, pero resulta muy útil en el actual momento de desastre de la deuda soberana.

Ahora se trata de las cifras: ¿quién pone el dinero? La banca está dispuesta a hacerle un préstamo al FGD por 20.000 millones de euros, ni uno más. Con un buen tipo de interés, claro está.

El resto que lo ponga el Gobierno. ¿Cuánto es el resto? Pues según Goldman Sachs, otros 30.000 millones de euros. Claro que el Mercado, es decir, los fondos, es decir, los especuladores, prefieren exagerar en materia de provisiones. Total, el dinero lo pone otro.

Ahora bien, el Gobierno insiste en que no pondrá un duro... aunque sabe que tendrá que hacerlo. Insiste en que ese crédito y las aportaciones extra de cada entidad debe servir para sanear la cartera inmobiliaria.

Por eso, Luis de Guindos defiende la solvencia de la banca española en Bruselas y asegura que será la propia banca quien aporte todo el dinero. Con eso, y con fusiones bancarias, todo listo.

Algunos lo dudan, sobre todo por las dificultades para lograr esas fusiones y porque los especuladores continúan castigando a las entidades españolas.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com