Según la Sociedad de Tasación, el mercado inmobiliario ajusto en el 2009 un 5,7% y habrá nuevos recortes en el 2010. Muy modesto, según The Economist que aboga por rebajas sustancialmente mayores. Según la publicación británica, el mercado español está sobrevalorado en un 55%.
Es la hora de los bancos. Hasta ahora han mantenido -al menos verbalmente- la doctrina de que hay que aguantar. Ahora toca ver si la realidad termina por imponerse y aceptan rebajas sustanciales en el precio del ladrillo engullido. La clave del negocio bancario del 2010 está en la gestión de su patrimonio inmobiliario y la gestión de su cartera de deuda pública. Actividades típicamente bancarias. En ambos casos, las entidades están sentadas sobre un barril de pólvora. Eso explica la preocupación de Botín con la rebaja del rating del Reino de España. Mientras tanto, Campa, compra el optimismo antropológico de Zapatero para afirmar que de las tres agencias dos nos han dado matrícula de honor y otra sobresaliente; no es para ser catastrofista.
¿Y con los inmuebles? Rajoy ya sugiere que existe una sobrevaloración del 30% al requerir a las entidades ayudadas por el Frob que rebajen en ese porcentaje el precio de sus pisos. Pero es que además, la única manera de dinamizar el mercado inmobiliario y de potenciar la recuperación económica en general es asumir la realidad cuanto antes. Modelo Florida.