- El ministro de Exteriores turco se indignó porque el Papa afirmó que "el primer genocidio del siglo XX fue el de los armenios".
- El periodista Fernando de Haro explica en su libro 'Cristianos y leones' que la Turquía moderna "se ha construido sobre la negación del genocidio armenio".
- De Haro cuenta el caso de un periodista turco cristiano, Hrant Dink, asesinado por hablar del genocidio armenio.
- El experto en islamismo Raad Salam Naaman afirma que las revueltas turcas son un capítulo más de la lucha entre las dos ramas islamistas rivales (sunníes y shiíes), pero que tienen en común "el odio y la persecución a los cristianos".
Las palabras del Pontífice despertaron la ira del ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Ahmet Davouto Alu, que tres días después en una comunicación a la embajada de la Santa Sede en Ankara y al Vaticano, calificó las declaraciones del Pontífice como "absolutamente inaceptables". Y acusó a Armenia de "distorsionar el sufrimiento armenio de varias maneras para presentarlo como un genocidio".
Y es que, como explica el periodista Fernando de Haro en su libro 'Cristianos y leones', la Turquía moderna "se ha construido sobre la negación del genocidio armenio. En el Código Penal vigente es desgraciadamente famoso el artículo 301 que contiene severas condenas para aquellos que 'vilipendian la identidad turca'. Se considera un ataque a esa identidad hablar del genocidio".
En ese libro -que aborda la situación de millones de cristianos que son perseguidos actualmente en todo el mundo-, De Haro cuenta el caso de un periodista turco cristiano, Hrant Dink, asesinado supuestamente por hablar del genocidio armenio: "El artículo 301 es el que se utilizó para abrirle un proceso al Premio Nobel de la Literatura Ohran Pamuk.
Cometió la imprudencia de hablar de la suerte de los armenios. El proceso de Pamuk se cerró pero otros no han tenido la misma suerte. El 19 de enero de 2007 Hrant Dink, un periodista de origen armenio, moría tiroteado en el barrio europeo de Estambul. Salía en ese momento de la redacción del periódico Agos, editado en armenio y en turco. (...) Dink había sido condenado meses antes en virtud del artículo 301 del Código Penal por haber hablado del genocidio".
El caso de este periodista turco, así como la masacre turca a los cristianos armenios y la negación actual de dicho genocidio por el régimen islamista de Erdogan, son ejemplos de lo poco que pueden esperar los cristianos turcos de las revueltas en su país de cara a su libertad. Más bien poco.
Ayer mismo recogíamos las palabras del experto en islamismo, Raad Salam Naaman, en Religión en Libertad, en las que ponía de manifiesto que "lo que está pasando en Turquía es una continuidad de la llamada primavera árabe y la lucha por el poder religioso islámico en el mundo árabe musulmán llamado el 'califato'". Una lucha en la que "los únicos perjudicados son los cristianos orientales que viven entre las dos ramas islamistas rivales (sunníes y shiíes)".
Porque "dentro del Islam los shiíes y los sunníes están enfrentados entre sí y no están de acuerdo en muchas cosas, pero los dos tienen en común el odio y la persecución a los cristianos".
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com